jueves, 17 de marzo de 2016

Barrio Chino, cultura milenaria y mucho consumo

En la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, se conoce como barrio chino a una zona del barrio de Belgrano con eje en tres cuadras de la calle Arribeños, sobre las vías del Ferrocarril Mitre y la estación Bejerano C. A pesar de su nombre, viven allí diferentes comunidades asiáticas, con predominio de la taiwanesa, además de chinos continentales, coreanos, japoneses (que son nikkeis argentinos y peruanos), tailandeses, etc.
La zona que actualmente ocupa el Barrio Chino, era originalmente una zona residencial de clase media. Por aquel entonces, la única calle verdaderamente comercial era Juramento, aunque hacia fines del siglo XX, las calles Arribeños y Mendoza comenzaron a desarrollarse como consecuencia de la inmigración taiwanesa que se instaló en la zona, principalmente con la fundación de la Iglesia Presbiteriana Sin Heng, en Mendoza 1660.
Actualmente, su área de influencia se concentra en un radio de cuatro manzanas, aunque la actividad comercial allí es tan intensa, que esas pocas aceras concentran la mayor cantidad de restaurantes y supermercados asiáticos de la ciudad, además de un par de templos, negocios de baratijas y otros comercios para la comunidad.1 A pesar de que popularmente se lo conoce como el barrio "chino", existe una cantidad importante de gente que pertenece a otras comunidades orientales, a tal punto que algunos están comenzando a llamarlo barrio oriental por los locales de otros países asiáticos que se están emplazando en él. Un ejemplo es el restaurante japonés Dashi, al que se sumó un local de Lotus Neo Tai, de cocina tailandesa. En Montañeses 2175 se halla el templo budista Chong Kuan.
Esta zona fue tomando popularidad, sobre todo por su tradicional festejo del Año Nuevo Chino, que año a año fue congregando a un mayor público. Sin embargo, no todos los vecinos estaban conformes con el carácter que iba tomando el barrio, ya que esas cuadras tradicionalmente residenciales y tranquilas, de pronto se habían convertido en un centro comercial a cielo abierto, con los inconvenientes de tránsito y ruido que provocaba dicha situación. Paralelamente, los comerciantes asiáticos fueron objeto de numerosas denuncias por parte de los vecinos, sobre todo, por las condiciones irregulares de varios locales y el estado de la mercadería que vendían.
En el 2006 la Secretaría de Planeamiento Urbano del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desestimó una solicitud presentada por comerciantes orientales para que ese sector fuese efectivamente considerado como barrio chino. La negativa oficial estableció que no correspondía esa catalogación a la verdadera estructura poblacional del barrio que estaba compuesta en su inmensa mayoría por habitantes que nada tenían que ver con el mundo asiático. Según la Secretaría de Planeamiento, se trataba de un sector comercial oriental desarrollado únicamente en dos cuadras, similar a otras zonas comerciales de la Ciudad.

Ph: Pablo Corrales










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