En la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, se conoce como barrio chino a una zona del barrio de Belgrano con eje en tres cuadras de la calle Arribeños, sobre las vías del Ferrocarril Mitre y
la estación Bejerano C. A pesar
de su nombre, viven allí diferentes comunidades asiáticas, con predominio de la taiwanesa, además
de chinos continentales, coreanos, japoneses (que son nikkeis argentinos y
peruanos), tailandeses, etc.
La zona que actualmente ocupa el
Barrio Chino, era originalmente una zona residencial de clase media. Por aquel
entonces, la única calle verdaderamente comercial era Juramento, aunque hacia
fines del siglo XX,
las calles Arribeños y Mendoza comenzaron a desarrollarse como consecuencia de
la inmigración taiwanesa que se instaló en la zona, principalmente con la
fundación de la Iglesia Presbiteriana Sin Heng, en Mendoza 1660.
Actualmente,
su área de influencia se concentra en un radio de cuatro manzanas, aunque la
actividad comercial allí es tan intensa, que esas pocas aceras concentran la
mayor cantidad de restaurantes y supermercados asiáticos de la ciudad, además
de un par de templos, negocios de baratijas y otros comercios para la comunidad.1 A
pesar de que popularmente se lo conoce como el barrio "chino", existe
una cantidad importante de gente que pertenece a otras comunidades orientales,
a tal punto que algunos están comenzando a llamarlo barrio oriental por los locales de otros países
asiáticos que se están emplazando en él. Un ejemplo es el restaurante japonés
Dashi, al que se sumó un local de Lotus Neo Tai, de cocina tailandesa. En
Montañeses 2175 se halla el templo budista Chong Kuan.
Esta
zona fue tomando popularidad, sobre todo por su tradicional festejo del Año Nuevo Chino, que año a año fue congregando
a un mayor público. Sin embargo, no todos los vecinos estaban conformes con el
carácter que iba tomando el barrio, ya que esas cuadras tradicionalmente residenciales
y tranquilas, de pronto se habían convertido en un centro comercial a cielo
abierto, con los inconvenientes de tránsito y ruido que provocaba dicha
situación. Paralelamente, los comerciantes asiáticos fueron objeto de numerosas
denuncias por parte de los vecinos, sobre todo, por las condiciones irregulares
de varios locales y el estado de la mercadería que vendían.
En
el 2006 la Secretaría de Planeamiento Urbano del Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires desestimó una solicitud presentada por comerciantes orientales
para que ese sector fuese efectivamente considerado como barrio chino. La
negativa oficial estableció que no correspondía esa catalogación a la verdadera
estructura poblacional del barrio que estaba compuesta en su inmensa mayoría
por habitantes que nada tenían que ver con el mundo asiático. Según la
Secretaría de Planeamiento, se trataba de un sector comercial oriental
desarrollado únicamente en dos cuadras, similar a otras zonas comerciales de la
Ciudad.
Ph: Pablo Corrales
No hay comentarios:
Publicar un comentario