Fundada en 1956 por el Arzobispo Antonio Plaza en Mar del Plata, fue inspirada en las apariciones de la Virgen de Fátima en Portugal.
En 2014 fue declarada Monumento Histórico Nacional. En ella se destaca su arquitectura moderna y su significación espiritual.
El interior cuenta con un diseño innovador que rompe con la tradición de la nave central, buscando una experiencia más comunitaria donde el altar esté en el centro de la comunidad.
El Vía Crucis, realizado en placas de cemento talladas en bajorrelieve, es obra de la artista plástica Josefina Robirosa.
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