lunes, 25 de julio de 2016

Los "olvidados" de la 9 de Julio-Segunda parte

Nueva entrega de "los olvidados de la 9 de Julio" para seguir conociendo la historia de aquellos monumentos que a diario cruzamos pero que también ignoramos.




El mayor Luis Jorge Fontana tuvo una importante trayectoria como militar y como naturalista, una doble identidad que le generó más de un conflicto interior. Su vida transcurrió en Chaco, Formosa, San Juan y Chubut, los territorios donde cimentó su carrera y profundizó cambios que eran impensados en la Argentina del siglo XIX. Si bien en Buenos Aires pocos lo conocen, Fontana fue el fundador de la ciudad de Formosa, el primer gobernador de Chubut –poco tiempo después del genocidio de Julio Argentino Roca–, tuvo contactos con pueblos originarios del Chaco y, en el ocaso de su carrera militar, realizó una obra importante en San Juan. Su período de actividad está comprendido entre 1879 y 1910. Su busto se encuentra en México y 9 de Julio.


En México y 9 de Julio también encontramos esta estatua. No sabemos de quien se trata ya que la placa fue robada y jamás fue repuesta por el gobierno de la Ciudad.



El Quijote de la Mancha, obra cumbre de Miguel de Cervantes. Su majestuosa estatua la encontramos en Avenida de Mayo y 9 de Julio. En 1980 Buenos Aires cumplió cuatrocientos años (1580-1980); en esa oportunidad el gobierno de España donó un monumento al Quijote cuyo autor es Andrés Tena y que fue inaugurado por la Reina Sofía de España. Hoy ni una placa queda para recordar de porque esta semejante obra en plena  intersección de dos de las avenidas más importantes de la ciudad. 



La fuente decorativa francesa en Avenida de Mayo y 9 de julio es testigo de muchos hechos históricos. Una vez concluida la demolicíon de la Aduana de Taylor en 1894,  se procedió a embellecer la zona que funcionaría como entrada a la Casa Rosada desde el puerto nuevo (Puerto Madero). Las obras abarcaban desde la edificación de una fachada monumental para el Palacio de Gobierno (frente este) y la parquización del terreno donde se levantaba la antigua aduana, hasta la construcción de una gran explanada que conduciría hacia una inmensa fuente de hierro fundido. Esta última, fue encargada a la casa Val D’ Osne de París y proyectada por los artistas Marthurin Moreau y Paul Liénard, quienes diseñaron una magnífica fuente de mas de 12 metros de altura, decorada con Neptunos, Náyades, niños, mascarones, volutas y cartelas, conformando todo el conjunto un inmenso grupo escultórico. En la década de 1920, la fuente se desarmó para levantar en su lugar el monumento a Cristobal Colón. Se  guardaron sus partes en los depósitos de la ciudad, y luego  fueron emplazadas,separadas,  en diversos barrios de la capital. El sector superior (remarcado en rojo) fue trasladado primero al Balneario Municipal y luego a su ubicación actual. 






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