lunes, 25 de enero de 2016

Cementerio de la Recoleta...el encuentro de la vida y de la muerte

El Cementerio de La Recoleta se encuentra ubicado en el barrio de la Recoleta. Los jardines de su alrededor forma uno de los parques de paseo más popular y bellos de la ciudad. Fue declarado monumento histórico nacional, es uno de los cementerio con más riqueza histórica y arquitectónica del mundo.

Los frailes de la orden de los recoletos descalzos llegaron a esta zona, entonces en las afueras de Buenos Aires, a principios del siglo XVIII. Construyeron en el lugar un convento y una iglesia que es la actual Parroquia del Pilar y que fuera construida en 1732. Es por esta orden que la zona de la denomina Recoleta. Cuando la orden fue disuelta en 1822, el 17 de noviembre de ese año, la huerta del convento fue convertida en el primer cementerio público de la Ciudad. Los responsables de su creación fueron el entonces gobernador de Buenos Aires Martín Rodriguez y su ministro de gobierno y futuro primer presidente de la Argentina, Bernardino Rivadavia. Sus dos primeros moradores fueron el niño negro liberto Juan Benito y la joven María Dolores Maciel.

En 1871 la Ciudad de Buenos Aires fue asolado por la epidemia de fiebre amarilla, como consecuencia de ellos muchos habitantes de clase alta abandonaron los barrios de San Telmo y Monserrat (zona sur) y se mudaron a la parte norte de la ciudad, a Recoleta. Al convertirse en barrio de clase alta, el cementerio se convirtió en el último reposo de las familias de mayor prestigio y poder de Buenos Aires.

La entrada al cementerio se realiza a través de un gran pórtico de estilo griego dórico sin base, concluido durante una de sus grandes reformas ordenada en 1881 por el entonces intendente de la Municipalidad, Torcuato de Alvear y encargado al arquitecto Juan Antonio Buschiazzo. En 2010 se quitaron las escalinatas de mármol antigua para dejar una rampa de acceso en la entrada. El cementerio alberga varios mausoleos de mármol, decorados con estatuas, en una amplia variedad de estilos arquitectónicos. Se halla organizado en manzanas, con amplias avenidas arboladas que dan a callejones laterales donde se alinean los mausoleos y bóvedas. Existe una amplia rotonda central de donde parten las avenidas principales, con una escultura de Cristo realizada por el escultorPedro Zonza Briano, en 1914.

Realmente esta ciudad de ángeles y leyendas invita a descubrir tesoros aquitectónicos y admirar la cultura y las historias de quienres precedieron a los habitantes de la ciudad y de la Argentina.

En su alrededor, el creicmiento del paseo y los lugares gastronómicos invitan a los transeúntes a pasar un día en uno de los ríncones mas hitóricos y míticos de la Ciudad de Buenos Aires.

Testimonio de una guìa de turismo

La vida y la muerte

Recoleta, un barrio tan ambivalente,
por un lado la vida, por el otro la muerte.
Bares, restaurantes, parques florecientes,
feria de artesanos, risas de la gente.
La muerte los mira silenciosamente,
paz del cementerio, del lado de enfrente.
Detrás de sus muros reposa el valiente,
poetas, deportistas, varios presidentes,
atrapa el misterio de jóvenes niñas,
de historias de amor y bellas durmientes.
Angeles custodian sus sueños truncados,
reposan espadas que tanto han luchado,
laureles coronan las glorias logradas
palmas de maritirio, lágrimas amargas.
Un ancla pretende afirmarse en la tierra,
ignora el misterio que la muerte encierra
y un Cristo que observa con dulce mirada
bendice a quien llega a su eterna morada.

Susana Espósito
Guía de Turismo de la ciudad de Bs. As. 

Ph: Pablo Corrales





















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