miércoles, 23 de agosto de 2017

Sierra de los Padres, naturaleza e historia se dan la mano


El 3 de Noviembre de 1746 , los misioneros jesuítas José Cardiel, Tomás Falkner, Matías Strobel, Gerónimo Rejón y Manuel Querini se asientan, enviados por la Corona española a la vera de la Laguna de las Cabrillas ( hoy de los Padres) y fundan la Misión de Ntra.Sra. del Pilar del Volcán ( de Vuulcan o sea abertura entre dos cerros) refiriéndose al cordón montañoso que desciende de Tandilia pasa por Balcarce ,continúa en la Sierra de los Padres y se interna al mar en Cabo Corrientes.

Hallaron la zona poblada de bravas tribus de diversas etnias a las que denominaron luego pampas o serranos. El cacique Cangapol era quien más combatía a la Misión, que contaba con gran cantidad de toldos. Los indios reclamaban yerba, tabaco y géneros, al no conseguirlos acrecentaban los ataques, lo que llevo al despoblamiento de la misma en 1751.


Durante esos años dejaron documentados usos, costumbres y lenguas aborígenes que recopilaron luego el P.J.Labrador y Guillermo Furlong.


Topográficamente la zona data del precámbrico (2000 millones de años) siendo posteriormente erosionada por movimientos que dieron lugar a grutas y cuevas. Por ejemplo en la cumbre de la Sierra la Gruta de los Pañuelos y cerca de las antenas el peñón de Santillán , mole pétrea digna de estudios.


En el año 1826 se funda en la Laguna, la estancia Laguna de los Padres, allí se instala José Hernandez el creador del referencial Martín Fierro. Allí permaneció por más de 10 años con su padre, pudiendo deducir que más de una idea del Libro máximo de la literatura tradicional argentina se gestó allí.

Ph: Pablo Corrales





















viernes, 18 de agosto de 2017

Laguna de Los Padres, historia y naturaleza para conocer y disfrutar

Tierra de pueblos originarios y jesuitas, la Laguna de Los Padres trasciende el enorme espejo de agua para dar paso a una reserva forestal que cobija especies de animales y vegetales de todo tipo que ofrecen una paisaje único a 12 kilómetros de Mar del Plata. 
Casi 130 años antes de la fecha oficial de fundación de la ciudad balnearia (10 de febrero de 1874), el cura Tomas Falkner, que venía recorriendo la pampa con la tarea de fundar misiones de la Compañía de Jesús al sur del Río Salado descubrió la laguna a la que, cuentan los historiadores lugareños, describió como "una bella esmeralda con forma de siete".
Por su puesto que no fue la primera persona en verla: allí se encontraban pueblos originarios a los que los españoles denominaron pampas o serranos (los puelches).
"Unos años después Falkner decidió junto al Padre Cardiel que el lugar era propicio para hacer una reducción debido a la gran cantidad de árboles que rodeaban la laguna, lo que les garantizaba leña que se utilizaba para calentarse, para cocinar, etc.", explicó Alberto Flügel, historiador y delegado diocesano del lugar.
Y continuó: "Así fue que el 13 de noviembre de 1746 los padres jesuitas clavaron la cruz y comenzaron con la tarea evangelizadora a metros de la laguna que llamaron `Reducción del Pilar` y permanecieron aquí hasta 1751".
Flügel, quien desde hace 13 años se encuentra como responsable de este predio, detalló que "luego de que ellos se retiraran durante más de 150 años no hubo registro de que alguien volviera a este lugar, de hecho, la capilla y las casitas que vemos hoy son reconstrucciones".
Hacia 1968 se inició la reconstrucción de la reducción, a unos metros de donde había estado la original, "según estimaciones que hemos realizado las construcciones estaban donde hoy es la casa del guardaparque", comentó Flügel.
Pero además de historia, la "Laguna de los Padres" tiene presente: se trata de un espacio verde repleto de árboles en los que predominan cuatro especies: curro (de hecho está la Reserva Provincial El Curral), chilca, saúco y tala, además de un bosque de araucarias, que ofrecen un paisaje inigualable en la región.
La laguna en sí es un enorme espejo de agua en el que se pesca pejerrey, tanto en la orilla como en las embarcaciones; además de ser el escenario donde se practican deportes acuáticos como remo, canotaje y windsurf.
Por la tarde, cuando el sol cae sobre la laguna, se pueden compartir unos mates observando el paisaje privilegiado desde los miradores.
Pero el predio también cuenta con área de fogones, lo que da lugar a asados al aire libre para disfrutar en familia sin ningún costo, ya que el acceso es totalmente gratuito.
A metros de la laguna se encuentra también el Museo José Hernández, que funciona en el casco de lo que fue la Estancia Laguna de los Padres, donde el escritor del Martín Fierro pasó una larga estadía que, según los historiadores locales, le ha servido como una de sus principales fuentes de inspiración para el libro clásico de la literatura argentina.
En el Museo, abierto de lunes a sábado de 9.30 a 12.30 y de 15.30 a 20 y los domingos de 15 a 20 con una entrada de 12 pesos, se pueden apreciar dos muestras permanentes: una de la historia de la región pampeana y otra de la historia de la Estancia de la Laguna y Sierra de los Padres.
Muy cerca de allí hay un monumento al Jinete Argentino y frente a éste un campo de doma con corral de palo a pique, donde se realizan exhibiciones y actividades vinculadas a la actividad.
La Laguna de los Padres se encuentra sobre la ruta 226 (que une Mar del Plata con Balcarce), y tiene tres accesos: uno en el kilómetro 12, que es el principal y conduce a la Reducción del Pilar y a la Casa del Guardaparque; otro en el 13.5, que lleva directo al Museo José Hernández y otro en 14.
 Ph: Pablo Corrales



















viernes, 4 de agosto de 2017

Reduccion Jesuitica Nuestra Señora del Pilar, lugar historico y de fe en Sierra de los Padres



Mar del Plata es hoy un gran centro de actividades turísticas y de intensa vida permanente, verdadero rumbo cierto de la voluntad colectiva de los argentinos. Pero tiene legítimo orgullo de su historia y la recuerda con sugestionadora complacencia.
Abriendo el antiguo cofre de recuerdos, vamos a destacar un acontecimiento memorable que inicia la cronología de la civilización en esta zona Sudeste de la provincia de Buenos Aires: la evangelización de los indios en la región de Mar del Plata.
Una sencilla Cruz presidió la admirable obra de catequización de los jesuitas quienes, venciendo dificultades de toda naturaleza, desarrollaron en este puesto de avanzada de la civilización en territorio dominado por los indios, una labor de extraordinarias proyecciones.
Los pampas y serranos depusieron sus armas teñidas de rojo agrupando sus tolderías en esa Reducción de Nuestra Señora del Pilar, a cuyo frente actuaron los RR. PP. Cardiel, Falkner y Strobel. Así surgió la primera población cristiana entre las inmensidades azul del Atlántico y verde de la pampa.
En rústico sagrario aprendieron los naturales lo que es la síntesis de toda la teología, el Catecismo, que tiene sus raíces en la naturaleza humana y en la esencia divina, porque es la fórmula natural y sobrenatural de las mutuas relaciones entre Dios y el hombre.
El prólogo de la fundación de Mar de Plata se desarrolló en esa Misión católica y tuvo profundo acento de pacífica gesta, al conjuro de la palabra rectora de Jesuitas que predicaron entre los aborígenes la igualdad de los destinos del hombre, con el propósito de preparar amaneceres más claros para la civilización, inspirados en los principios del Sermón de la Montaña.

La misión de fundar la reducción del Pilar en las inmediaciones del Vulcán fue encomendada al Padre José Cardiel quien se trasladó al lugar en compañía del Padre Tomás Falkner. El lugar dista 70 leguas de Buenos Aires y allí encontraron a fines de agosto de 1746 como 300 indios que "mostraron gusto de que los formáramos pueblo, aunque algunos se mostraban adversos a la cristiandad". Como afirma el Padre Cardiel en su carta relación. Cardiel era español, fervoroso. Falkner, inglés y flemático, pero ambos nacidos para lo heroico y difícil. El nombre de la Reducción le fue impuesto por traer el Padre Cardiel una estampa de Nuestra Señora del Pilar.
La Reducción del Pilar se levantó a orillas de la Laguna "Las Cabrillas" denominada en la actualidad "Laguna de los Padres".
Los campos de la Reducción se extendían hasta el Atlántico entre los arroyos "La Tapera" y "Del Barco", o sea el perímetro actual de Mar del Plata.
La Reducción ofrecía a los naturales campo propicio para el trabajo placentero e intervención en la organización administrativa y policial.
Además del Catecismo, en charlas sencillas se destacaban las ventajas de vivir en determinados lugares, en comunidad, sujetándose a las leyes cristianas de respeto por todos, lo que hacía posible la mejor atención de los enfermos, la distribución de provisiones y el aprovechamiento del aprendizaje de labores manuales y de cultivos. Los exhortaban asimismo a la obediencia para con el rey y a sus representantes, tratando de apartarlos del camino del saqueo, del robo y del consumo de bebidas alcohólicas.
Entre las actividades laborales figuraba el cultivo del trigo, siendo esta población la pionera en esta materia en el sudeste de la provincia.
El cacique Felipe Yahati que se había retirado de la Reducción de la Concepción, a orillas del Río Salado, fue hecho prisionero en el pago de Luján y sentenciado a muerte por reiterados robos. Los Padres Jesuitas de Buenos Aires lograron su libertad y se incorporó a la Reducción del Pilar, que con ese contingente, los Tehuelches y otras tribus, reunió a unas mil doscientas almas.
Se gestionó entonces ante el gobierno de la provincia la categoría de Pueblo, lo que implicaba contar con Cabildo, organización administrativa y policial, semejante a la que en tiempo de la colonia regía para las comunas.
El 1° de enero de 1751 quedó constituido el Cabildo del Pueblo. El acta del primer comicio realizado en esta zona se encuentra en la Biblioteca Nacional, siendo un documento de gran valor histórico y muy poco conocido.
Esta magnífica organización comunal se vio malograda poco después por la amenaza de destrucción de la propia reducción por parte del cacique Cangapol, conocido por los españoles como el "cacique bravo", de estatura hercúlea, altanero, gran cacique de los Puelches y Pampas, desde el límite del Río Salado hasta Río Negro.
El pedido de soldados formulado al gobernador el 31 de junio de 1751 conforme a disposiciones reales para la defensa de las reducciones de indios no fue tomado en cuenta y el 1 de septiembre de ese año los misioneros y parte de los indios de la Reducción emprendieron la retirada hacia la reducción de la Concepción. Finalizó así un notable esfuerzo civilizador, que pudo tener proyecciones insospechadas sobre la marcha de la nación, anticipando la conquista pacífica del desierto, que se vio dilatada por más de un siglo, demandando ingentes recursos y sangrientas luchas.
El primer Congreso de Historia de los Pueblos de la Provincia de Buenos Aires reunido en La Plata el 28 de septiembre de 1950 declaró Lugar Histórico al paraje donde había sido habilitada la Reducción de Nuestra Señora del Pilar, a moción del delegado comunal marplatense, destacado historiador Escribano Don Julio César Gascón. Por resolución municipal se levantó allí mismo, a orillas de la Laguna de los Padres, la réplica de la Capilla y de tres ranchos, con muros de piedra y cercos de palo a pique, contándose con el valioso y desinteresado asesoramiento del prestigioso escritor argentino R.P. Dr. Guillermo Furlong Cardiff S.J. uno de los grandes valores de la Iglesia de nuestra patria, que no abandonó la investigación histórica hasta el día de su lamentada desaparición.

Ph: Pablo Corrales